Mira su cuerpo una y otra vez, no logra convencerse de lo que ahí ve, duda incluso de la calidez del espejo. Pues su abdomen parece excesivo & dominado por las grasas saturadas, flacidez es un buen calificativo para sus brazos, pues ellos, están gordos, los músculos escondidos, sin noción de asome, sus piernas están sueltas & con huellas que las hamburguesas y las pizzas han dejado.
-La balanza no se equivoca- piensa Arianna entrando en un estado de desesperación. La báscula ha de marcar 61 kilogramos. Y una lágrima ha de asomarse en su rostro, removiendo parte del maquillaje, siendo el precursor de un caudal de lágrimas que han de caer, hasta dejarla seca.
El plan ya esta armado y una rutina exigente en base a alimentos bajos en calorías, ejercicios de musculatura & deportes. Será no solo, algunos elementos de su vida sino que además su opción de vida.
Han pasado dos semanas, y la balanza ha marcado dos kilos menos, pero al parecer el espejo ha agregado cristales de aumento, pues ella suele verse el doble de gorda que la vez anterior. Y su obsesión por la delgadez la hace comenzar con la fatal cuenta regresiva.
Ahora ya no hay vuelta atrás, solo le queda tocar fondo y demostrar que es fuerte asumiendo que todo fue producto de un espejismo o demostrar debilidad siendo sumida en aquel espejismo hasta visitar el cuarto de la muerte.
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