
Regálame un beso en silencio,
tan suave como el pétalo de una flor,
que pueda recorrerme en un soplo
desde los pies hasta el último rincón.
Regálame un rácimo de besos,
de los que nunca me olvide
para cuando yo llegue a vieja,
ellos aún me cautiven.
Regálame una de esas historias,
que son mentiras y a la vez verdad
y yo en mi inocencia de niña
te escucharé sin sospechas de deslealtad.
Regalame tu alma sucia
llena de escombros & de males,
Que yo con mi rácimo de besos
hare que vueles sobre los mares.
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