lunes, junio 29

¿vamos al pais de la maravillas?


las 9 de la noche con su traje formal vuelve a su casa cansada, con la idea de tener que llegar a hacer las labores el hogar. Pareciera ser que falta una eternidad para dormir, pero inconcientemente comienza a cerrar sus ojos, se recuesta en la cama totalmente abrumada y superada por el peso cargado en la espalda y entre pestañeos pierda la nocion sumergiéndose en un sueño largo y dulce.

El traje formal de oficina se transformaría ahora en un suave y bello vestido de tul, calipso, con encajes y perlas, escote y todo lo que una princesa debe tener, bajar las escaleras esta vez seria un arte, pues cada paso debe ser perfectamente dado. Aquella jovencita que hace minutos recordaba estaba junto a su habitacion, ahora estaria en la puertas de un castillo, que al parecer era de sus dominios tambien. Observaba con sorpresa la candidez del lugar, lo majestuoso de su reino. Lo ideal de las hojas de los arboles de aquel bosque que rodeaba su entorno

-Debo conocer todo el lugar- pensó ella, caminando despacio con sus zapatos de cristal, se cobijo en el bosque tratando de seguir siendo sorprendida por lo maravilloso que al perecer era ese lugar, mas no medito lo que en aquel sueño podia encontrar.

Comenzó a ahondarse en el bosque, aunque antes de llegar al área mas frondosa, decidio sacarse los zapatos y seguir, pues el camino era díficil de transitar de esa forma, sorprendida, ilusionada, poseída por la pasiónse sumergía cada vez mas en ese maravilloso paisaje, con sus aires de presunción siguio dando pasos firmes y poco cautelosos, no tenía miedo, mas bien una abundante ansiedad se apoderaba de ella que no le permitiría mantener comtemplación de lo que ahi había.

Un cañon ha disparado una bala, ha sido el anunció de la medianoche y tal como cenicienta observa su traje de tul y perlas, y se asombra al ver el desgaste del, esta convertido en harapos, sucio y rotoso, está vez no por arte de magia, sino por su larga caminata por el horrendo bosque, y es aqui también que se da cuenta que esta inmersa en un ugar desconocido, es de noche, está sola y su ropa ya no esta siendo abrigo para ella.

-Es un sueño- dice confiada y emite una sonrisa, esta vez sus pasos son sigilosos, pues esta oscuro y teme caer a algun agujero o pisar a algun animal durmiente, pero nada. Confundida decide volver al castillo que la inicio en este lugar, pero también recuerda que no existe un camino conocido para ella.

La noche cada vez mas fría y desde el cielo sutilmente baja un ave negro & se apega a ella. -Ándate- dice ella asustada, pues el pájaro no deja de observarla con una hambrienta curiosidad, la dulce princesa comienza aqui a sentirse apoderada por la angustia y sus mejillas deslizarian cada perla que sus ojos botaban.

-Muchas veces tu mejor sueño, puede ser en realidad tu peor pesadilla- dijo el pájaro entre risotadas sarcásticas, mientras picoteaba los brazos de la jovencita, subia y bajaba tan rápido en picada hacia los brazos de la chica que las heridas producidas comenzaron a sangrar desmedidamente, ella se tapaba cn el vestido, pero era insuficiente pues el espantoso ser la golpeaba una y otra vez, tratando de quitarle las pocas fuerzas que ella tenía.

La chica, cayó al suelo de un golpe, llorando con desesperación y pidiendo ayuda. Aquel ser misterioso, seguía disfrutando de los cortes proporcionados. decidio descansar sobre ella, mientras ella emitia sus últimos suspiros & se ahogaba en sus últimas lagrimas.

De pronto, se oye un estruendo y la tipa da un salto. -Era un sueño- dice sonriendo pero aun tiritando por el temor causado en aquella fantasía, observa sus brazos y no puede creerlo, está magullada completamente, aunque las heridas ya están secas.

Pero tiene marcas en la piel, por tratar de hacer real una fantasía en base a un cuento de hadas. Y no sumirse en su propia realidad.

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