martes, junio 16

¿Quiéres vino?

El frío calaba los huesos en aquel lúgubre lugar, pero de un segundo a otro, los cerillos darian paso a una luminosa y cálida llamarada que emergería desde la chimenea, las llamas emanadas, danzaban coloridas envolviendo todo el espacio. En la mesa, un mantel blanco manchado, recuerdos del pasado quizás, las servilletas perfectamente dobladas y dos copas junto a una vela casi consumida completamente. El tiempo parecia no sentirse ahí y la ansiedad sería el sentimiento mas congregado bajo el mantel, las sombras de dos jóvenes nerviosos recorrian el lugar y parecian querer fusionarse en una sola. Ella, sonriendo timidamente observaba a todos lados, para terminar de convencerse que su unica compañía sería el fuego y la pasión de aquella noche. Él respirando profundo para poder dar pasos perfectos sin caídas, pues nada debía salir mal, acomodo las sillas y la invito a sentarse frente a él.
-¿Quieres vino?- dijo él, mirando el reflejo de su rostro en los brillantes ojos de ella. Tímidamente alzo una copa ella, bebio de manera delicada un sorbo de auqel brebaje sin preocuparse de lo que aquella bebida podría causar en ella. Solo importaba aflorar radiantes emociones. Él bebió el vino de un sorbo y tomó su mano, sonriendo para expeler el nerviosismo que ella cada segundo hacia mas latente, acerco su rostro junto al de ella y la beso fragilmente, tal como abeja extrae polén de una flor. Tomo ahora sus dos manos y continúo besando sus labios entumecidos y roceados por el vino bebido antes. Las mariposas parecian juguetear con el reflejo de sus sombras y perderse entre el fuego emitido por la hoguera.
Los relojes se divertian acelerando el tiempo y acortando los minutos. y la vela terminaria por consumirse y derramar la cera sobre las manchas del mantel adquiridas antes. Junto con el juego de aquellos amantes que huian de las voces y el ruido de la ciudad.

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