miércoles, junio 24

Rompeolas.

A las 4 de la tarde en punto ella se encontraria ahi como nunca muy puntual, tal cual decia la nota enviada, la brisa marina golpeaba su cara con recuerdos, con imagenes de ayer, entre pestañeos se asomaban risas y juegos de adolescente, que ella creia enterrados, el reloj era cauteloso un su marcacion y cada segundo se convertiria en una eternidad, miró hacia el horizonte y descalza decidió caminar hacia aquellas rocas, su lugar de encuentro de antes, con sus sandalias en las manos y respirando muy profundo para sentir como el oxigeno recorria sus pulmones sintió un relajo tal que en un abrir y cerrar de ojos viajo por el tiempo, llegando hasta esos dias donde ella corria de la mano por la costa con el, donde ambos disfrutaban revolcandose en la arena, donde disfrutaban mojando sus alegres rostros con el agua salada que salpicaba por sus saltos en las orillas, pudo verlo a el, su ingenuidad y la felicidad que esbOzaba por estar ahi junto a ella, pudo ver como cada segundo se hacia corto y maravilloso, pudo ver que no necesitaron de palas para enterrar tesoros en la costa, pues sus mentes los guardaban con aprecio y recelo.

Mientras mas caminaba, mas se llenaba de nostalgia y nerviosamente esperaba su aparecer.
-¿Para qué me habra llamado?- penso ella aturdida un poco por el frio de aquel día. Miro el reloj nuevamente y esta vez la nostalgia estaba combinada con ansiedad.

Entre fantasias en pestañeos, anhelaba que llegara ese hombre, la besase y siguiese revolcandose por la costa con ella tal como ayer, mas sabia que el tiempo era claro, que su historia con el era pasado, que los años transcurridos habian fallado en su contra y habian borrado los indicios de un posible futuro juntos.

Quieta solo era capaz de mirar al horizonte, pues esos recuerdos provOcaban un cierto gozo en ella, no le permitian pensar mas alla, solo disfrutar sus imagenes de aquel pasado mejor. El reloj marcaba las 4:10 minutos, ya era tarde. Y fue ahi, cuando el nerviosismo parecio congelarse y convertirse en un iceberg gigante que caeria sobre ella hundiendola como al titanic. giro suavemente su cabeza y lo vió.

Ahí estaba el, con su sonrisa de niño, ella sonrió timidamente y siguio mirando hacia al frente sin saber que decir. Él contagiado tambien por la atmosfera del ambiente creada por ella, parecia ser muy claro en su motivacion para visitar aquel lugar. - ¡Qué bueno que viniste!- dijo el, firmemente y parecia el horizonte tener un iman optico pues ninguno quitaba la vista del. El se levanto y la invito a caminar al rompeolas, ayudandola a pararse y sosteniendo esta vez las sandalias de ella. Caminaron sin esbozar palabras ni emociones por aquel encuentro fastidiado por el extenso tiempo que habia pasado. La tomo de la mano y ella rapidamente sintio un calor que por su cara subia, pasando por sus orejas, estaba sonrojada.

Al llegar al rompeolas, ella se sento sobre una roca indicandole el escrito hecho con sueños de niños, aludiendo amor eterno y fidelidad infinita. Una lagrima cayo del rostro del y fue ahi cuando ella espanto sus temores, lo tomo de las manos, los abrazo y decidio besar sus labios, mas quizas el frio estaba haciendo efecto pues no sintio respuesta. -Me voy- dijo él. Ella sorprendida siguio abrazandolo y buscando su rostro para conseguir esta vez una calida respuesta de sus labios. Parecia estar cegada por la lujuria y los recuerdos serian poseedores del cuerpo y de las acciones de ella. -Aún te amo- dijo ella sonriendo inocentemente, como niña que esta conociendo el mundo, como niña que quiere entregar su pureza y su cuerpo por primera vez. Sin respuesta nuevamente el se levanto. La abrazo y le dijo - Yo nunca deje de amarte, pero antes de irme necesito tu perdón- Ella sin entender, lo miro y siguio ahi sentada esta vez esperando por un indicio fisicO del. Seguia el despidiendose de ella, esbozando lagrimas dio pasos por aquel rompeolas que anunciaba la subida de la marea, muy asustada ella pudo entender el sentido de su despedida y grito -¡Vuelve!- mientras el dio los últimos dos pasos, esbozando la última lagrima que correria por su rostro se lanzo al absimo egoístamente afirmando que era la decision correcta. Mientras ella se levanto rapidamente corrió tras el, pero no logró detenerlo, el habia muerto.

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