lunes, agosto 17

cuatro llaves para poder salir.


No existen las palabras en el cuarto de lágrimas, por mucho que las seque ellas no aflojan y brotan cada segundo con mas fuerza, odio esas instancias de a veces bien y otras veces mal, quisiera que todo fuese rotundo, aunque si así fuese, perdería valor el conseguir la felicidad.
No he de conciliar el sueño en estos lapsos, el cigarrillo ya no me quita la angustia y el beber alcohol para ahogar penas, es una idea que debo esfumar de mi cabeza, pues puedo embriagar lo que aun me queda de sensatez.
El bañarme en chocolate y tratar de hacer oidos sordos tampoco es solución, solo una forma de parchar mi absurda realidad.
No existen palabras en el cuarto de lágrimas, las olvide al tratar de hablar, Olvide como se escucha a la gente que habla de otras formas incluso a quienes hablan como yo, olvide escuchar lo que yo quiero decir.
No existen palabras en el cuarto de lágrimas, no existen las ganas de querer platicar, no existen las ganas de corregir mis errores, no existen las ganas de querer volver a volar.

Encerrada bajo cuatro llaves en el cuarto de lágrimas, he encontrado una llave, más en la oscuridad no puedo encontrar las puertas que me ayuden a salir de esta horrenda habitación.

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