Los pañuelos ya no secan lágrimas, los chistes ya no asoman sonrisas, mis manos ya no tocan, mi boca ya no habla, mi vida ya no vive. En el cuarto de la infelicidad, donde no se puede mirar hacia afuera y donde los transeúntes no pueden ver hacia adentro, nada es como se debe, todo pierde el sentido y/o alguna orientación de ser.
La única compañía por momento son imagenes del pasado & recuerdos que se piensa que nunca dejaran de doler. Imagenes que me mantienen en un anesteciantes estado temporal de demencia, que por ratos me saca completamente de aquí, no a un lugar mejor, pero a un lugar con luz roja, al momento preciso en que las sonrisas comienzan a esfumarse, comienzan a escapar de mi cuerpO, comienzan a llenarme de malas energías que no me deja un segundo mas subsistir.
Y no me he dí cuenta el ¿Cómo? sólo desperté de un sueño profundo & largo miré hacia el frente igual que ayer, pero esta vez, ya nada había cerca de mi.

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