sábado, abril 11

estrellas sin cielo.!*

Doce de abril, una veintisiete minutos, ya es de madrugada y yo entre mis cuatro paredes tratando de apalear el frio. Capuccino & cigarrOs acompañan mi desvelo, mas no dejo de pensar en lo qe fue. Si parece qe hubiese sido ayer cuando abrias mi puerta, ligeramente te desprendias de tu ropa y me tomabas y me empujabas bajo las sabanas. Escondidos y rapidamente subiamos el volume al radio, encendias la vela y jugabamos entibiandonos suave y timidamente. Tus manos perdidas en lo mas recondito de mi cuerpo y yo suspirando cada vez qe abria mis ojos solo por admirar ese rostro tuyo, esa seriedad llena de gozo. Mas aun no recuerdo en qe momento recuperabamos el cansancio. Y entre abrazos perdidos volviamos a jugar en nuestros sueños. Cerrando los ojos para no ver el reloj, pues no qeria calcular las horas de sueño qe nos qedaban, fragilmente tu me hipnotizabas y me llevabas a lo mas alto del cielo. Haciendo no solo ver las estrellas sino comerlas y sentir sus destellos donde no hay cielo, mas alla del sudor, mas alla de los cuerpos, mas alla de la piel, mas alla de los sentidos, mas alla de donde tu y yo podemos tocar. Mas alla de la belleza, mas alla del sexo, mas alla de nuestra propia vista, mas alla de nuestro propio sentir, Aun mas lejos, donde nunca antes habia alguien llegado.

Doce de abril, dos de la mañana dos minutos, es de madrugada capuccino y cigarros acompañan la unica forma qe tengo hoy de apalear el frio. Ni los recuerdos son capaces de asomar un poco de calor. Ni las almohadas, aromas, olores, imagenes, frazadas.

Doce de abril y yo sigo aqui esperando...

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