martes, febrero 2

Limando tus alas.


Me permitiste parchar tu corazón con mis manos,
cerraste los ojos & te entregaste de inmediato,
descubriste esas alas sin emitir sonidos,
abriste tus labios para darme tus suspiros.

Entre las sábanas ahora duermes sin quejidos,
sane tus heridas, fuí tu parche & tus oídos.
De a poco comenzaste a florecer
pequeña mariposa, no escapes de mi otra vez.

Las lágrimas que caían de tus ojos,
suavemente se secaron en mis hombros.
Limpiando todas las cenizas,
desterrando los despojos.

Junto a la brisa que arrastra aquel mar,
hoy te veo nuevamente despegar
Y entre la oscuridad de la noche
planeas un nuevo vuelo,
olvidado de esas magullas,
enamorado de los destellos.

Claramente solo una enfermera fuí,
tímida mariposa te vas hoy de mí.

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