Descubriéndome el rostro caminaré sin conocer el rumbo de ésta senda, caminaré con los ojos descubiertos pero cegada a tu voluntad, cegada guiándome solo por tu conciencia & noción, caminaré sin miedo a tropezar con los escombros que dejan las tormentas en el destino, caminaré con pasos firmes & fuertes, muy seguros pues yo no temo a nada si tu eres mi guía. Caminaré cuán segura vuela una gaviota sobre las costas del mar.
Y sí algún día saco la venda de mis ojos, no será por desconfianza sino que para poder llenar mis ojos de brillo por lo que tú me has de entregar.
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